En la preparación del show QUIMERAS he seguido dos criterios distintos: por un lado, el objetivo del espectáculo es representar en escena las experiencias de un grupo de personas de origen africano (pero que igualmente podrían pertenecer a cualquier otra sociedad del mundo), que han dejado atrás su entorno familiar con el propósito de tratar de realizar el mismo sueño que ha impulsado a la humanidad desde tiempo inmemorial: el sueño de llegar a un lugar que les pueda ofrecer la oportunidad de mejorar sus vidas y las de sus familias.

 

Sin embargo, a menudo, estas gentes encuentran una realidad bien distinta a sus expectativas: el logro de su propósito es bastante más difícil y complejo – incluso trágico - de lo que en un principio imaginaban; a lo largo de su viaje se suelen enfrentar a dificultades, rechazo y violencia.  El hecho de que su sueño imaginado  se convierta en una quimera inalcanzable es con frecuencia una cruda y dura realidad. Algunos consiguen sus fines y otros muchos no llegan.

 

Ponderando esta problemática, QUIMERAS trata esencialmente de señalar que los seres que llegan a otros lugares, a otra sociedad, a la larga contribuyen a mejorar el panorama social y cultural de sus países de acogida.

 

Por supuesto esta es una propuesta que se realiza a través de música y danza, así pues, el segundo criterio para la elaboración del programa es el propósito de poner de manifiesto el valor de dos estilos musicales bien distintos: el flamenco, de España, y la variedad y riqueza de las formas de música y danza de Senegal y Guinea.

Desde el principio he querido acercarme a la música y artistas de África occidental, el área de la que creo que ha procedido la mayoría de la gente que a través de los siglos han abandonado el continente y se han lanzado a un viaje en busca de una vida mejor, gente que, a mi modo de ver, casi no necesitaría ensayo para ubicarse en el terreno emocional que maneja el espectáculo; un espectáculo que en gran medida no es sino una representación de la vida de algunas de estas personas en el escenario.

 

De hecho, el concepto de "el viaje" tiene una tradición muy arraigada en la zona; existen apellidos que tienen que ver con esta actividad; hay canciones entrañables que tratan el tema del viaje como parte de la tradición; comerciantes viajeros que se alejan de sus hogares y que vuelven más o menos tarde. Sin embargo, la realidad presente es que la gente sale de casa, ávidos de trabajar y ganarse la vida, pero sin saber muy bien dónde van a terminar, qué van a encontrar, o si van a poder volver algún día.

 

Mi objetivo en QUIMERAS es, con ayuda de la aclamada directora de teatro, Jude Kelly, mostrar adecuadamente la belleza individual y el valor de ambas culturas por separado; pero, sobre todo, la aventura conjunta de hacer música juntos produce momentos en que los dos elementos, español y africano, encuentran zonas comunes. Así pues, el espectáculo, consiste en la puesta en escena de formas puras del flamenco utilizando sus elementos esenciales, es decir, el cante, el baile, la guitarra y la percusión; y por otra parte la música y danza africanas, igualmente ortodoxas, donde brilla no solo la danza sino también las voces y una variedad de instrumentos, como el ‘nguni’, de la familia ‘kora’, el ‘bolom’, ‘calabaza’ y ‘kalimba’, además de una gama de instrumentos africanos de percusión; y finalmente una gran parte de colaboración entre las dos culturas.

 

Hay números que representan actividades de trabajo, de viaje, de enfrentamiento, orgullo, burla ... Y hay un momento muy especial de reconciliación y respeto, cuando el grupo africano canta su emotiva canción de 'blues'; el primer bailarín africano, Alboury Dabo, se incorpora y baila el ‘blues’, y a su vez inspira al primer bailaor flamenco, Ángel Muñoz que espontáneamente se une a él, terminando ambos en un dúo bello y conmovedor de dos disciplinas totalmente diferentes que se acercan una a la otra.

 

El programa publicado reseña por una parte piezas flamencas y por otra estilos africanos, además de una serie de piezas que figuran en paralelo cuando las interpretamos conjuntamente. 

Paco Peña


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